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INVESTIGACIÓN: El Niño y su impacto en la formación de huracanes

El impacto del ENOS en Costa Rica es muy variado. Actualmente el Instituto Meteorológico Nacional lleva a cabo varios trabajos de investigación con el objetivo de discernir con mayor detalle la manera en que este fenómeno afecta las precipitaciones, temperaturas extremas (máxima y mínima) y otras variables meteorológicas del país.


Sin embargo, existen efectos bien definidos cuando la intensidad de la fase cálida del ENOS (El Niño) es fuerte, tal y como sucedió en 1982 y 1997: los valores acumulados de lluvia en la vertiente del Pacífico tienden a ser mucho menores que lo normal, tal como lo muestra la fig. 1 donde se presenta la distribución de lluvias extremas durante el fenómeno de El Niño 2015.


Este tipo de distribución de lluvia, tal y como lo muestra la figura adjunta no siempre ocurre con el fenómeno de El Niño. La intensidad del fenómeno es, probablemente, un factor determinante en la forma en que afecta al país, por lo que se necesita seguir investigando la forma en que lo hace en relación con su intensidad y duración.


Una variable que si está muy influenciada por El Niño es la cantidad de huracanes en la Cuenca del Atlántico, particularmente en el Mar Caribe, especialmente, cuando El Niño es de fuerte intensidad, la probabilidad de formación de tormentas tropicales o huracanes es muy baja en el mar Caribe.


La probabilidad de un temporal en la vertiente del Pacífico costarricense en mucho menor en esta situación que en una condición normal o cuando el fenómeno de La Niña está activo.


La ausencia o disminución de temporales, así como el aumento en la cantidad de días secos, hacen que al finalizar un año la cantidad de lluvia acumulada sea menor que la cantidad promedio.


En el Mar Caribe se han formado dos huracanes muy importantes: César en 1996 y Mitch en 1998.


El huracán César fue uno de los huracanes más destructivos en la historia costarricense, afectando severamente al Pacífico Sur.


El huracán Mitch, por su parte, está considerado el huracán más destructivo en la historia centroamericana, afectando fuertemente a Costa Rica en lo que a precipitaciones se refiere.


Es importante hacer notar que ambos años, 1996 y 1998, fueron años en que estuvo activo el fenómeno de La Niña: este fenómeno contribuye al aumento de la cantidad de sistemas tropicales en la Cuenca del Atlántico, también las temperaturas extremas se ven afectadas. Por lo general, temperaturas por encima de lo normal están ligadas al fenómeno de El Niño. Fuente:IMN-28-02-2022



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