Solo del 17 al 20 de abril el “Centro de operaciones” ejecutó con éxito 161 traslados, de los cuales 148 fueron en condición clínica de leves a moderados y 13 se realizaron en pacientes con evolución crítica.
En los últimos días se han trasladado pacientes desde 12 áreas de salud y 27 centros hospitalarios distribuidos en todo lo largo y ancho del país hacia hospitales ubicados en la gran área metropolitana, en los cuales hay mayor complejidad de resolución, pues cuentan con equipos multidisciplinarios para ofrecerle al usuario atención integral.
Esa demanda es más que un punto agudo en una semana, pues las solicitudes de traslado de pacientes leves y moderados se han disparado en abril hasta convertirse en el segundo puesto de solicitudes en lo que va de la pandemia. Ese número refleja también la ola creciente de contagios y la presión sobre el sistema.
Cada uno de esos traslados implica la operación de un complejo sistema de coordinación entre los centros de salud y, en ocasiones, con otros actores sociales como policía de tránsito, fuerza pública, vigilancia aérea, cuerpo de bomberos y Cruz Roja.
Además se establecen protocolos operativos estandarizados para asegurar un adecuado alcance de control y brindar seguridad antes, durante y después del traslado, tanto para el usuario así como para el personal sanitario.
Cada traslado es complejo en coordinación y manejo
El traslado del paciente va mas allá que un viaje de un punto a otro. Se trata de una serie de coordinaciones y protocolos para realizar el desplazamiento de manera expedita, segura y oportuna, con el único fin de brindarle lo mejor, según sus necesidades de salud en ese momento.
Cada solicitud de traslado es analizada por personal médico especializado de manera individualizada para estratificarla y categorizarla según la severidad con el objetivo de asignar la modalidad del traslado, sea terrestre o aéreo, y el sitio de recepción del usuario que garantice la asignación de una cama de acuerdo con su gravedad.
Para lograr esta estratificación de severidad se utilizan escalas médicas basadas en evidencia científica y se coordina con la red de apoyo según gestores de camas de los hospitales, que reciben los pacientes para lograr una adecuada asignación de la cama. Esto último es crucial, ya que la idea es aprovechar los recursos al máximo y asegurar que el paciente esté en un lugar acorde con su severidad.
Una vez organizado el traslado se programa siempre bajo la estricta supervisión de personal médico especializado haciendo equilibrio entre seguridad y velocidad.
“Cada minuto cuenta para alguien críticamente enfermo y con una verdadera afección sistémica que pone el riesgo su vida” señala el doctor Jean Carlo Sanabria Salas, especialista en Medicina de Emergencias, integrante del equipo Prime y encargado del “Centro de coordinación de traslados covid-19.
Durante la coordinación y la ejecución del traslado, todo detalle debe ser vigilado dándole una adecuada resolución, ya que existen aspectos que serían insignificantes en apariencia, pero que hacen verdadera diferencia en la evolución del paciente en la práctica, como la posición del usuario durante el traslado sea terrestre o aéreo.
En el traslado se contemplan detalles como cambios fisiológicos por la altura, las fuerzas de aceleración y desaceleración, las vibraciones, las condiciones climatológicas y las condiciones de las vías terrestres.
De esta manera se busca garantizar una oportuna trazabilidad de la operación, así como la asignación del personal sanitario que acompaña al paciente, ya sea especializado o no, según la gravedad y todo este tipo de coordinación se debe de realizar lo más rápido posible, ya la evolución del paciente cambia en lapsos cortos.
La coordinación de los traslados no solo implica el asignar una cama si no también utilizar las herramientas tecnológicas para monitorizar en todo el trayecto a los equipos que están ejecutando el traslado y garantizar su seguridad, ya que en el camino se pueden presentar algunas situaciones inesperadas, que es un desplazamiento diferente debido a que se comporta como un material peligroso y que se debe coordinar la posterior desinfección de los equipos.
La red amplía las opciones de atención
Los traslados demuestran la ventaja de que la Caja Costarricense de Seguro Social sea la gran red integrada de salud del país, pues facilita el viaje de pacientes hacia niveles de más complejidad y la posibilidad de desocupar camas leves en establecimientos cuando están muy cercanos a alcanzar alta ocupación.
Sin embargo, ante el aumento de casos y un estado de ocupación plena en el sistema hospitalario podría llegar el momento en que esa acción sería inviable; de allí la importancia de que la comunidad participe con responsabilidad frente al sistema de salud y frente a la comunidad.
“La protección del sistema de salud para darle opciones al más enfermo debe ser una meta de todos los asegurados. Cada persona puede detener el contagio con solo cuidarse más: nosotros luchamos por los pacientes, pero ellos deben luchar por mantenerse sanos porque las posibilidades de atención se reducen cada día”, afirma el gerente médico Dr. Mario Ruiz Cubillo.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) los ciudadanos de todo el mundo se manifestaron al comienzo de la pandemia para expresar su gratitud a los trabajadores de la salud por su valiente y arduo trabajo en la lucha contra la covid-19 y mantener a los pacientes seguros.
Pero, según el organismo internacional, el aplauso no es suficiente: cada vez es más frecuente que los trabajadores de la salud deben salir a clamar ante la comunidad por apoyo para concienciar acerca de su rol en la sobrecarga en los sistemas de salud.
Comments