En el Cerro de la Muerte pero con solidaridad
Pérez Zeledón. El pasado domingo 2 de octubre de 2022, Keilyn Rodríguez, se enfrentó al cerro en una experiencia que compartió en redes sociales y nos parece digna de contar de su propio puño.
El domingo de regreso de gira de trabajo, al carro se le estalló una llanta delantera en pleno Cerro de la Muerte. ¡Paré y quedé en la mitad de una curva tipo S! Llegó un trailero a ayudarme, sacamos de la panza del pickup la llanta de repuesto y estaba desinflada... pero el señor tenía equipo para inflar la llanta, siii... pero la llanta no tenía válvula, nooo....
Empezamos a parar carros a ver si alguno tenía como sacar la válvula de la llanta ponchada para ponerla a la llanta de repuesto e inflar. Mientras tanto, llegó una patrulla de tránsito que en lugar de hacerme un parte por no tener la llanta de repuesto lista, ayudó con la circulación de los carros!!!
Al fin conseguimos sacar el famoso ´gusano´y ponerlo en la llanta de repuesto, la inflamos yyyyy estaba ponchada.... cambiamos la llanta estallada, por la llanta de repuesto ponchada pero menos ponchada que la otra y nos fuimos a parquear a un lugar seguro.
De ahí, el señor del trailer amablemente me llevó a 25 km a una bomba donde me dieron la maravillosa noticia de que la llanta estalló por un lugar que ya tenía un arreglo y que no iba a quedar segura para el viaje.... El gerente de la bomba ME LLEVÓ SIN COBRARME 25 kms de regreso al carro para poner la llanta y de paso informarme que la de repuesto estaba para el basurero al igual que la que me arregló, y que debía regresar a 40 km/hora para no tener un accidente. El viajó a esa velocidad 25 km. detrás del pickup que yo llevaba y en la bomba revisó que la llanta estuviera bien.
Me sentí cuidada, apoyada, acompañada por estas personas que se dispusieron a ayudar en una situación tan angustiante y que rara vez pasa con tantas complicaciones. Estoy muy agradecida con Dios y con ellos, me enseñaron mucho ...
Muestras de solidaridad que en medio de una sociedad llena de egoísmo, nos parece digno de compartir, gracias Keilyn por compartir tu historia.

